sábado, 28 de julio de 2012

Responsabilidad Social Empresarial y los Proyectos

Un concepto de desarrollo

El espíritu competitivo de las organizaciones ha motivado que una serie de corrientes filosóficas tendientes a la satisfacción de sus riquezas, se traduzcan en hechos comerciales y operativos. 

Como si el fin justificara los medios, según los principios de Maquiavelo, muchas organizaciones han dado paso a actividades desmedidas con altos y criticables impactos en su entorno.    La explotación indiscriminada de los recursos económicos y ambientales y las violaciones sociales en todas sus dimensiones, han cobrado una alta factura a estas organizaciones desde el origen mismo de su existencia, la opinión pública.

Ante esta situación, las organizaciones entendieron que era necesario cambiar la forma de hacer negocios y que sus actividades debían ser sustentables en el tiempo desde la perspectiva económica, ambiental y social, por lo que han encontrado dentro de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), un excelente concepto para conducirse éticamente y comprometerse con el desarrollo sostenible de su ambiente interno y externo.      Por tanto, no es de extrañar que sus nuevos planteamientos estratégicos, invoquen la integración sistemática de las actividades comunitarias con el negocio de la empresa.


Estrategia, RSE y Proyectos 

Evidentemente, los proyectos formulados dentro de las organizaciones e impulsados por los niveles gerenciales de estas, responderán a los planteamientos estratégicos de la organización y a los objetivos de responsabilidad social implícitos en estas.   

Los estudios de factibilidad de los proyectos, deberán incorporar dentro de sus variables de análisis,  las tradicionales viabilidades económicas, técnicas y de mercado, así como los impactos sociales y ambientales.      El involucramiento de los interesados en esta etapa de evaluación y el reconocimiento temprano de sus inquietudes y necesidades, será indispensable para determinar la zona de influencia de los proyectos y determinar quienes podrían verse afectados y de que manera.    Se debe tener presente que los proyectos dentro de su desarrollo gradual, están sujetos a los cambios propios de una actividad dinámica y al cambio de los intereses en el tiempo de los actores sociales involucrados directa e indirectamente.      Por esta razón, es indispensable que los proyectos contemplen estrategias claras de comunicación con los involucrados, que brinden transparencia y credibilidad a lo largo de las etapas del proyecto.  

Todo proyecto debe buscar satisfacer las necesidades presentes, sin comprometer la capacidad de la organización de cubrir sus necesidades futuras.     Es decir, los proyectos deben ser sustentables en lo económico, lo social y lo ambiental, con tal de que su huella sea los mas positiva posible y que ello le permita a la organización, la aceptación interna y externa de sus propuestas futuras, dentro de lo que se podría considerar como una licencia social.    Esto sin lugar a dudas, crea una imagen de responsabilidad a nivel de los proyectos, frente a los involucrados internos y externos. 

Creer que un proyecto terminara a tiempo es una utopía, pues las condiciones naturales de su desarrollo a si lo plantean, pero ello no significa, que no estemos dispuestos a realizar insignes tareas para lograr que se concluya dentro de un periodo aceptable y bajo los compromisos adquiridos.     En esta línea de pensamiento, el manejo de los costos será fundamental para la adquisición de los recursos y la ejecución de las tareas, es por tanto, obligación del equipo de proyecto, velar por el uso adecuado y racional de los recursos económicos, humanos, técnicos y ambientales.    Esto les obliga a añadir una dimensión social o ecológica a sus planes y presupuestos, evaluar los resultados en estos ámbitos, crear comités consultivos locales, realizar auditorias sociales o medioambientales y establecer programas de formación continua (Comisión Europea).

Lejos de circunscribirse al ámbito interno de las empresas, la RSE implícita en los proyectos a través de las dimensiones sociales y ecológicas, deberán permear dentro de los socios comerciales, las comunidades locales, los consumidores  y los proveedores entre otros.    No sería válido pensar, que estos involucrados compartieran diferentes principios éticos y que estos últimos se contrapusieran unos contra otros.   Por esta razón, durante la gestión de los proyectos se deben compartir las mismas prácticas voluntarias en el ámbito de la responsabilidad social.   

La transparencia de las actividades empresariales a través de sus proyectos, propiciada en muchos casos por los medios de comunicación y las tecnologías de información y comunicación, obliga a las organizaciones a la evaluación y el cuestionamiento de los resultados obtenidos, a través de la rendición de cuentas.    Incluso esta última, se podría considerar como una herramienta para medir la calidad de lo que hicimos.

Finalmente, podemos decir que la vulnerabilidad de los proyectos se verá minimizada con la incorporación de la RSE, debido a que la valoración de los riesgos implícita en esta ideología y compartida por la gestión de proyectos, vela por la identificación, priorización y atención de las preocupaciones sociales y medio ambientales en las operaciones de la organización y sus relaciones con sus interlocutores.   

 



  • Libro Verde de la Comisión Europea, Fomentar un marco Europeo para la responsabilidad social de las empresas. 1er Edición, Barcelona: Estudio, 2002.
  • Porter.M, Kramer.M. 2006. Estrategia y Sociedad. Harvard Business Review  America Latina. Paginas 3-15.
  • http://www.cp.org.ar/pdfs/manualprimerospasos.pdf
  • http://es.wikipedia.org/wiki/Responsabilidad_social_corporativa

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